El boom uruguayo de la indumentaria second hand

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El consumo de la ropa de segunda mano está en auge en el mundo y Uruguay no escapa de esto. En los úlimos años hemos visto un notorio crecimiento en su comercialización, un movimiento impulsado en su mayoría por mujeres pero hoy en día los hombres tampoco escapan de este boom. Si bien la compra y venta de artículos de segunda mano existe hace muchos años en Uruguay, antiguamente realizada en tiendas, ferias americanas y actualmente en sitios web y aplicaciones móviles. Ya nos hemos acostumbrados a esto, lugares y marketplaces que venden coches, libros, muebles, herramientas y hoy más que nunca ropa e indumentaria. Las tiendas de ropa second hand se establercieron en sus inicios en Montevideo, sobretodo Pocitos, Carrasco y Ciudad Vieja, aunque ahora ya las podemos ver presentes en muchos barrios y en el interior también muestran gran presencia.

Pandemia

Covid-19, el virus que afectó la vida de todos también afectó el mercado de la ropa second hand. Muchos por necesidad, otros aprovechando tiempo libre y otros por esencia emprendedora se adentraron en el rubro, es innegable que desde marzo del 2020 el crecimiento, promoción e impulso de los second hand stores han sido exponencial.

Estándares

Los estándares a la hora de vender también han progresado a pasos agigantados. Años atrás la concepción era de que la ropa second hand estaba sucia y degradada, pero la realidad de hoy es que las condiciones son excelentes, ropa limpia y lavada, muchas veces con ínfimo uso y listas para vivir en su nuevo armario. Esto se debe principalmente a las modas fugaces que llevan a la población general a consumir en exceso; lo que resulta almacenamiento de ropa prácticamente nueva – con uno o dos usos en muchos casos, o hasta con su etiqueta ya que nunca encontraron la ocasión ideal para ser vestidas.

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Actualidad

En la actualidad estamos viviendo una época de transición, o ampliación del mercado y la forma de comercializar. En sus orígenes la venta muchas veces se realizaba a consignación a través de las escasas tiendas existentes. Es decir, se entregaban las prendas a la tienda, quien tenía la responsabilidad de vender la prenda a un precio convenido y recién al haberse concretado la venta es que se recibía dinero. Ahora, a pesar de que este tipo de tiendas sigue establecido en el mercado, existe la posibilidad de que cada individuo pueda ofrecer las prendas que guste y marcando también el precio que considere apropiado de acuerdo al estado y valor original de la prenda, como es posible en la aplicación Revivila.

Tal vez por ganas de probar algo diferente, tal vez por el afán de obtener dinero a cambio de esa ropa que ya no usamos o simplemente con el fin de encontrar eso… esa gema escondida que ya no se consigue en tiendas de retail, o esas prendas vintage y retro que están volviendo a la moda, la gente cada vez más y más se sumerge en el rubro second hand y sigue haciendo rodar esta bola de nieve que sigue creciendo y creciendo.